En estos pasillos los espejos no son necesarios. Cada rincón y cada pared te mostrarán que hay delante de ellos. El reflejo de un espejo, con su luz plateada y su tacto de azogue miente más que las sombrs. No busques tu cara antes de dormir pues cada noche se dibuja un rostro distinto. En la oscuridad levanta tu mano y toca tu rostro, verás con claridad un monstruo. Un toro en el centro de este laberinto. Libérame con tu hacha sin mirar atrás.

the sound Notepad